martes, 21 de octubre de 2014

LAS POLÍTICAS DE AUSTERIDAD MATAN.



Los 6 años que han pasado desde el inicio de la crisis económica hacen posible evaluar las consecuencias de las políticas de austeridad y afirmar que  son un fracaso económico, un desastre social y una devaluación de la democracia sin precedentes.
Ya tenemos datos para conocer el mal hecho por estas políticas y así lo demuestran David Stucker y Sanjay Basu autores del libro Por qué la austeridad mata. El coste humano de las políticas de recorte*.
Stucker y Sanjay facilitan una información que me permiten hacer unas notas representativas de lo que ha pasado en estos años en dos países, Islandia y Grecia, golpeados con fuerza por la crisis a partir del año 2007.

ISLANDIA, en octubre de 2008 frente a los efectos de la crisis de las subprime en Estados Unidos y los compromisos contraídos por sus bancos solicito ayuda a la Fondo Monetario Internacional (FMI) para poner en marcha un plan de rescate.

Dicho plan incluía la instauración de una política de austeridad, en particular respecto al sistema de salud, calificado por el FMI, como bien de lujo al que se tenia de aplicar un recorte del 30 % en su financiación.

Los islandeses organizaron marchas masivas contra esta medida.

A comienzo del 2010 se organizó un referéndum para que el pueblo diera su opinión.
¿Había que absorber la deuda privada para reflotar a los bancos mediante la reducción drástica del presupuesto gubernamental?
¿O había que negarse a pagar para invertir en la reconstrucción de la economía?

El 93% de los islandeses eligió la segunda opción.

Así, en plena recesión los islandeses eligieron seguir aumentando los gastos a la protección social.
Los gastos suplementarios sirvieron por ejemplo a:
Financiar programa de "alivio de deuda" para los dueños de viviendas con hipoteca.
Esta ayuda sirvió para evitar una explosión del número de personas sin hogar.

En 2012 la economía islandesa mostraba un crecimiento del 3% y el desempleo se ubicaba por debajo del 5%

En junio de 2012 el país cancelo parte de su deuda antes de lo previsto.

El FMI se vio obligado en reconocer que el original plan aplicado por Islandia estaba consiguiendo una recuperación "sorprendentemente".

En el periodo de la crisis la mortalidad en Islandia disminuyo regularmente a pesar de un leve incremento de los suicidios.







GRECIA, en mayo de 2010, recibio del FMI la propuesta de un préstamo con las condiciones habituales:
Privatización de empresas e infraestructuras públicas, recorte de los programas de protección social.

Los griegos se manifestaron en contra reclamaron un referéndum sobre este acuerdo de austeridad como se había hecho en Islandia.
Se aplico sin ser sometido a votación.

Frente al aumento del desempleo, las pérdidas de viviendas  y el incremento de la deuda privada, muchos griegos no pudieron recurrir a la protección social para sobrevivir.

A medida que los presupuesto de los hospitales disminuían  resultaba cada vez mas difícil conseguir una visita al médico.
Como consecuencia de los recortes en los programas de pulverización con insecticidas de los mosquitos  una epidemia de virus Nilo Occidental estalló en agosto de 2010  causando la muerte a sesenta y dos personas.
El paludismo erradicado desde el año 1970 hizo su reaparación.
El consumo de droga aumento un 20% sobre todo entre los jóvenes golpeados por una tasa de desempleo del 40%.
A  pesar de los recortes la deuda pública esta por las nubes el 165 % del PIB en el año 2011.

EL FMI, finalmente, admitió " hemos subestimado los efectos negativos de la austeridad en el empleo y la economía"

¿A la luz de estos datos serán capaces de rectificar todos aquellos que en nuestro país, desde el gobierno central o autonómico, optaron por salvar a los bancos en lugar de a las personas?
Parece que no y están dispuestos a continuar por este camino, a pesar de que saben que han perdido toda legitimidad democrática, al haber ignorado en estos últimos seis años a la multitud de personas que se han manifestado por todas partes para denunciar los recortes y pedir otra política económica.
*Taurus Madrid 2013


domingo, 19 de octubre de 2014

PODEMOS: LA EMANCIPACIÓN DEL MILITANTE.


El voto libre y directo de 132.000 personas decidirá, a partir del próximo lunes, los principios éticos, políticos e organizativos fundacionales de Podemos y elegirá su órganos de dirección.
Con cerca de 40 años de militancia en organizaciones políticas tradicionales y ahora inscrito en Podemos nunca me había sentido tan importante.
Por fin se me reconoce, mi voto, es mío libre y directo.
Mi voto, ya no esta sujeto a una "delegación sin fin" en la celebración de los Congresos como ocurría cuando era miembro de la federación catalana del PSOE y luego del PSC.
Los Congresos, órganos máximos de decisión de los partidos tradicionales, asisten delegados agrupados en delegaciones territoriales que actúan en las deliberaciones y muchas veces en las votaciones a través de sus respectivos portavoces.
Los portavoces de las delegaciones son los que al final consensúan textos de las ponencias y los nombres de los que aspiran a un cargo de la organización.
Todo queda bien atado y controlado por la oligarquía del partido tradicional como advertía Alfonso Guerra " el que se mueve no sale en la foto".
Todos los que hemos asistido como delegado a un congreso, recuerdo particularmente mi experiencia del Congreso Extraordinario del PSOE donde Felipe González forzó el abandono del marxismo, hemos tenido esta sensación de sentir-nos "despojado" de nuestro voto libre.
Las diferencias entre Podemos y los partidos tradicionales es abismal.
La Asamblea en que participan directamente todos los miembros de Podemos sustituye al Congreso de delegados que actúan como representantes.
Las propuestas que se someterán a la votación de la Asamblea son objeto de negociación abierta a todos y pública a través de la red.
Las propuestas de organización, que se han presentado en los debates de la Asamblea, limitan la figura y ámbito de decisión del "representante" para devolver a cada persona su voto libre y directo.
Podemos es la emancipación* del militante y el final de una casta que le priva de su voto.
*Liberarse de cualquier clase de subordinación o dependencia(Real Academia Española).