lunes, 7 de septiembre de 2020

LA "AGENDA 2030" (1): UNA OPORTUNIDAD PARA UNA REINDUSTRALIZACIÓN DEL PAÍS.

 

El sistema capitalista no funciona.

Su lógica de funcionamiento no es viable y resulta del todo desmentido su mantra que el progreso de una sociedad requiere un estado que no intervenga o lo menos posible en la organización económica y en general en el funcionamiento de la sociedad.

La doctrina neoliberal apela al capitalismo en estado puro rechazando cualquier injerencia del estado con la expresión“laissez faire, laissez passer”.

La lucha contra la pandemia de Covid-19 y sus nefastas consecuencias en la economía con una caída del PIB, el segundo trimestre del presente año, en la zona euro del 12,1 % un 18,5% para España.

La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto que la iniciativa privada no es capaz de cuidar de los enfermos ni de liderar la recuperación económica. Ello se debe a que atiende de forma prioritaria a una lógica del beneficio económico.

Viçen Navarro (1) nos aporta al respecto unos datos relevantes que demuestran que la intervención activa de un gobierno en la lucha contra la pandemia ha generado una mayor creación de empleos a la vez que protegido mejor a su población.

 

El gobierno central, con la colaboración de los de las CCAA y ayuntamientos que así lo acuerden, debe de intervenir en la economía canalizando las ayudas y si es preciso nacionalizar empresas para evitar el cierre de las mismas.

Esta entrada del dinero público en el sector privado debe ser selectiva para avanzar en la reducción en nuestra economía del peso del turismo (2) y de la construcción.

Usar bien el dinero público con visión estratégica es esencial.

Para ello nos debemos de dotar de un plan de reindustrialización del país.

No es cierto que la mejor política industrial es la que no existe (3).

China con sus sucesivos planes de desarrollo económico ha conseguido dejar de lado su ventaja del bajo costo de su mano de obra no limitándose a fabricar los productos simples más baratos.

Hoy la industria China es líder en las áreas más sofisticadas.

 

El plan industrial  para España debería determinar unas capacidades mínimas de producción propia en los sectores que consideremos estratégico para nuestra economía y evitar quedar nuevamente a la merced de una globalización que en su vertiente negativa ha conllevado una desindustrialización del país.

En un informe de la Comisión Europea de 25 de septiembre de 2013, respecto a la competitividad se afirmaba:

Sin industria no hay crecimiento ni puestos de trabajo. 

La Unión Europea en su “Estrategia Europa 2020” señaló la importancia que reviste una industria manufacturera prospera y estableció́ las bases de una “nueva política industrial integrada que estimule la recuperación económica y el crecimiento del empleo, garantizando una sólida base industrial en la UE de categoría mundial”. 

La UE marcó como objetivo conseguir el 20% como peso de la industria manufacturera.

Hoy este sector en España solo es del 11,5%.

España tiene una “Agenda 2030” (4) a la cual debe de dar impulso y hacer seguimiento el vicepresidente del gobierno Pablo Iglesias.

Una tarea muy importante para conseguir una reindustrialización  que sea compatible con un desarrollo sostenible y la reducción drástica de la desigualdad social existente.

 

(1)

http://www.vnavarro.org/wp-content/uploads/2020/08/Una-falsa-dicotom%C3%ADa.-Salvar-la-salud-de-la-poblaci%C3%B3n-o-facilitar-la-recuperaci%C3%B3n-econ%C3%B3mica-P0132-vDEF-18.08.20.pdf

“Ninguno de los países que han enfatizado la recuperación económica sin primero intentar controlar la pandemia ha tenido éxito en sus intentos por recuperar su economía. Y el ejemplo más claro de ello es lo que ha ocurrido en EEUU, que siempre ha sido el modelo y el referente del pensamiento neoliberal, cuya expresión más extrema es el trumpismo. Analizando la experiencia de sus estados podemos ver que la creación de empleo y el crecimiento económico han sido menores en aquellos Estados (como Arizona, Georgia, Florida o Texas) 4 donde no se dio prioridad o importancia a las medidas de control de la pandemia (tales como la utilización masiva de mascarillas, el respeto por mantener la distancia social o la ralentización del desconfinamiento para hacerlo lenta y pausadamente) que en aquellos Estados (como Nueva York, Nueva Jersey, Maryland, Massachusetts o Washington D.C.) donde dieron máxima prioridad a controlar la pandemia, permitiendo la aplicación de las medidas que facilitaron la recuperación económica solo cuando la pandemia estaba controlada. En el lado trumpista, las medidas de control de la pandemia.”

(2)

El peso económico del sector servicio y muy particularmente del turismo que supone cerca del 12% del PIB y 17% del empleo. 

Este sector es  uno de los más afectados por el COVID-19.

(3)

Carlos Solchaga lo afirmaba cuando era ministro de industria.

(4)

https://www.agenda2030.gob.es