Según datos del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) (1) cada día y por habitante se genera en los municipio del AMB 1,26 Kilos de
residuos y en Sant Cugat 1,08 Kilos.
La mayoría de los residentes en Sant Cugat depositan las bolsas de basura en unos contenedores, agrupados con las diferentes fracciones de residuos que se deben de recoger, situados en la vía pública en lugares más o menos cercanos de sus domicilios.
En Sant Cugat la recogida de residuos se hacen en su práctica totalidad mediante
contenedores de superficie o soterrados con la excepción de una parte de término municipal de Valldoreix donde se efectúa por
el sistema de puerta a puerta (PaP).
El sistema PaP evita la ocupación fija de espacios de la vía pública responsabiliza al
usuario de separar en su domicilio los diferentes tipos de residuos y depositarlos en la puerta de su vivienda siguiendo el calendario previamente
establecido.
En algunos barrios de los municipios de Barcelona o de Terrassa se
hace por contenedores móviles instalados durante solo unas horas al día.
Durante las horas de mayor
afluencia de viandantes no hay contenedores en la calle.
El sistema de contenedores móviles o el PaP suponen una mejora
de la calidad del espacio público para los vecinos.
Los resultados de recogida separada logrados en los municipios con PaP
son en general superiores al resto de mecanismos, tanto en cantidad recogida
como en calidad de la separación (en general se sitúan entre el 60 y el 80% de
recogida separada (2)
La Unión Europea obliga a que en 2020 la mitad de los residuos municipales
sean reciclados o reutilizados, y el 55% en 2025 –el 65% en el caso de los envases–,
pero la realidad dista mucho de estos objetivos.
Con el 33,78% en 2016 (3) de media
metropolitana de recogida selectiva estamos lejos de cumplir con este objetivo.
Es verdad que separar bien la orgánica, el
papel, los envases de vidrio y de plástico no garantizan siempre su reciclaje
pero es una condición necesaria para que sea posible.
El PaP al favorece la separación de los residuos y por ello
de esta forma, estaremos más
cerca de cumplir con los criterios marcados desde la Unión Europea.
En el casco antiguo de Sant Cugat, en sus zonas urbanas comerciales que han sido peatonalizadas los gobiernos
municipales convergentes optaron por instalar contenedores soterrados.
Así podemos encontrar estos contenedores
en las calles Santa María; Valldoreix, Santiago Rusiñol , dels Pous y en las
plazas de Octavia y Barcelona.
Estas calles de ancho miden unos 8 metros y los contenedores soterrados
instalados en las mismas ocupan unos 2 metros de ancho por 4 a 8 metros de
largo ello según las diferentes tipologías de contenedores que se hayan
dispuestos, lo que impide que los peatones puedan utilizar libremente toda la
superficie entre fachadas de la calle.
En la plaça Octavia , un plaça con vista al Monestir la presencia de los contenedores desmerecen
la vista monumental del Monestir.
Los contenedores soterrados conllevan
además unas molestias asociadas como son los residuos dejados fuera del contenedor y los olores, particularmente
cuando hacer calor, que emanan de la basura que se ha depositado en los mismos
durante todo el día.
La presencia de los contenedores afecta negativamente a la calidad de los
servicios ofrecidos en las terrazas de los bares y restaurantes allí ubicados
y probablemente disminuye sus ventas y
perjudica las muchas actividades de carácter festivo, cultural o cívico que
allí se desarrollan a lo largo de cada año.
Los mismos inconvenientes se dan en la plaza de Barcelona.
La peatonalización de zonas
urbanas facilita la interacción social que incrementa el sentido de comunidad,
suele beneficiar a los negocios porque eleva el número de visitantes y el
tiempo que dedican a la compra en un entorno más cercano al ocio y al
restringir el tráfico de vehículos tienen un impacto positivo en reducir la
contaminación atmosférica. (3)
Eliminar por completo los contenedores de las
zonas urbanas peatonalizadas, como lo han hecho muchas ciudades europeas y
españoles, mejora la limpieza de estos espacios evita los malos olores,
beneficia la imagen de la ciudad para hacerla
más atractiva al comercio y a los que nos visitan para conocer la ciudad,
mejorando la calidad de vida de los residentes y el disfrute individual
y colectivo del espacio urbano.
La calidad del espacio público peatonal es un factor
determinante de la calidad urbana de una ciudad.
Por todo lo expuesto es preciso que el gobierno municipal
quite de las zonas urbanas
peatonalizadas los contenedores soterrados e implante el sistema de PaP o de
contenedores móviles.
3)
Son
numerosos los estudios sobre las ventajas y desventajas de la peatonalización.