viernes, 21 de agosto de 2020

LAS CLAVES DE LA RECONSTRUCCIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA DE ESPAÑA


La crisis del 2008 fue una crisis financiera y el gobierno español intervino para salvar a los bancos e hicieron pagarlo a la gente.

La crisis derivada de la pandemia afecta la economía real las empresas, los autónomos, los trabajadores y trabajadoras, la población en general.

El gobierno del PSOE con PODEMOS pretende que no sea la gente que la pague adoptando medidas como el incremento de salario minino, los ERTEs y la creación de una prestación de ingreso mínimo vital.  

Antes de señalar cuáles son a mi juicio las claves de la reconstrucción social y económica de nuestro país es necesario recordar que son cuatro los motores de la economía.

El consumo de las familias, la inversión de las empresas, el gasto público y las exportaciones netas.

Cada motor cumple una función y deben de complementarse

Con la lección aprendida de estos meses de crisis sanitaria es preciso tener presente que “RECUPERAR” no significa volver a la política social y económica que se aplico antes del estallido de la pandemia.

 

UNOS SERVICIOS PÚBLICOS BIEN FINANCIADOS.

Unas de lecciones que hemos aprendido es que el riesgo de pandemias existe y que responder a su desafío requiere un sistema sanitario, social y educativo con una financiación suficiente para ser fuerte y así atender con calidad a las personas que lo necesiten.

De estos servicios depende el bienestar de las clases populares que son la mayoría de la población.

Me preocupa, que en las filas socialistas haya personas que piden una alianza con las derechas partidarias de las políticas neoliberales que han aplicado el austerísimo dañando gravemente a los servicios públicos de salud, servicios sociales y escolar.

Tenemos unos servicios públicos infra financiados. 

Los datos correspondientes al 2018 “nos dicen es que nos gastamos casi 50.000 millones de euros menos de lo que deberíamos gastarnos para alcanzar el porcentaje medio de gasto público social de la UE-15 (80.500 millones menos para alcanzar el nivel de Suecia).”

https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/06/22/elementos-esenciales-pero-olvidados-de-la-reconstruccion-social-y-economica/

Así pues debe ser una prioridad la mejora de la financiación de los servicios públicos.

Lo es, para evitar un nuevo confinamiento que obligue de nuevo a para la actividad económica y ayudar a la recuperación económica con un aumento del gasto público que compense de forma inmediata la caída del consumo y  a su vez impulse el gasto privado.

LOS SALARIOS, EL REPARTO DE LA RIQUEZA Y  EL CONSUMO DE LAS FAMILIAS.

Nuestro país, tiene unos salarios bajos según el informe “VII Monitor Adecco sobre Salarios” publicado en noviembre de 2019 el salario medio ordinario bruto en los 28 países de la Unión Europea es de 2.091 euros mensuales, por lo que la remuneración española, de 1.658 euros por mes, resulta un 20,7% más baja. Dicho documento destaca que la brecha entre ambas remuneraciones ha crecido en el último año 2,7 puntos porcentuales, mientras que el año anterior se amplió otros 2,6 puntos. En términos absolutos la diferencia ha pasado de 361 a 433 euros mensuales.

En el informe 2020 de la OIT de Perspectivas sociales y del empleo en el mundo hay un estudio de la pérdida de participación de las rentas del trabajo sobre la riqueza. En dicho trabajo se incluye los salarios de los empleados y las rentas que obtienen los autónomos.

El resultado es que la proporción de la renta del trabajo –en contraposición a la proporción de la renta nacional que va a parar a los poseedores del capital– disminuyó a nivel mundial del 54% en 2004 al 51% en 2017.

Joaquín Nieto, director de la Organización Internacional del Trabajo para España afirmo que para nuestro país la caída ha sido del 5% lo que equivale a una disminución en Euros para las rentas de los trabajadores de "64.500 millones de euros al año. Eso representa una pérdida también enorme desde el punto de vista de cada uno de los trabajadores de 3.200 euros al año por trabajador.

El informe de Global Wealth Databook del Credit Suisse nos dice que el 10 por ciento de la población más rica de España detentaba en 2019 el 55 por ciento de la riqueza, proporción superior al 52,9 de la media no ponderada de Bélgica, Francia, Italia y Portugal.  Lo mismo ocurre con la riqueza del 1 por ciento más rico, cuya participación en la riqueza es del 23,8 por ciento superior al 20,3 por ciento de la media de los países antes citados.

En estos últimos años, ha sido tan grande el aumento de las desigualdades de renta y de propiedad, en la mayoría de países del mundo capitalista, que incluso lo han denunciado las instituciones internacionales y medios de comunicación de ideología conservadora.

Lamentablemente, una buena parte de las empresas española para mejorar su competitividad lo han hecho a través de la devaluación del coste salarial y con ello no han tenido incentivos para invertir en innovación.

Una actuación cortoplacista que es “pan para hoy y hambre para mañana”.

Los salarios bajos son una de las principales causas de la baja productividad ya que reduce los incentivos del mundo empresarial para invertir en mejoras de dicha productividadLa agricultura española es un claro ejemplo de elloY un tanto igual ocurre con la industria, donde es frustrante ver que la automovilística continúa produciendo (hoy con la ayuda del Estado) coches contaminantes que quedaran pronto obsoletos.”

https://blogs.publico.es/vicenc-navarro/2020/08/19/una-falsa-dicotomia-salvar-la-salud-de-la-poblacion-o-facilitar-la-recuperacion-economica/

El sistema fiscal es una herramienta para corregir la desigualdad que nos permite con el nivel de imposición y el grado de progresividad hacer que aumenten o disminuían las diferencias en la distribución de la renta.

El art.31.1 de la Constitución señala que “todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad“

El sistema tributario español no cumple los principios constitucionales.

Globalmente la presión fiscal ha ido bajando como consecuencia de que la Imposición directa ha ido perdiendo peso y progresividad y sin embargo la imposición indirecta, por naturaleza regresiva, ha crecido. Además seguimos teniendo un elevado nivel de fraude y evasión fiscal.

El sistema impositivo que tenemos actúa incrementando la brecha en la distribución de la renta.

Financiar mejor el gasto público y social, en los próximos presupuestos del estado, exige una aumento de los impuestos particularmente a los que más tienen y es posible ya que hay un amplio margen para hacerlo. Nuestro nivel de imposición se sitúa en torno a siete puntos del PIB por debajo de la media de la UE.

Como he señalado el consumo es uno de los motores de la economía.

Su aumento en buena parte depende de las compras de las clases populares.

Aumentando los ingresos de los trabajadores y trabajadoras incrementaremos el consumo que tiene un efecto multiplicador para la reactivación de la economía.

EL BIENESTAR DE LA POBLACIÓN ES CONDICIÓN DE LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA.

Como apunte final, la cual es en realidad una necedad decirla, quiero hacer hincapié en el hecho que la reactivación económica requiere una población sana y unas escuelas abiertas.

La gente enferma no puede trabajar y tampoco pueden acudir a su trabajo si se ven forzados a cuidar de sus hijos e hijas.

A pesar de ser obvio la derecha y el establishment lo niegan.

 


lunes, 17 de agosto de 2020

LA DERECHA PRETENDE CON MANIOBRAS JUDICIALES ROMPER EL GOBIERNO DE COALICIÓN.

 

El PP en el pasado ha recurrido con frecuencia a la judicialización de la política.

Desde la oposición lo ha hecho como forma de oponerse a la acción del gobierno presentando numerosos recursos ante el Tribunal Constitucional. Con ello paralizaban o retrasaban la entrada en vigor de leyes y provocaban la intervención del Tribunal en la vida política.

El PP y Vox, han incorporado en su táctica de  hacer política la guerra judicial (lawfare) que consiste en utilizar y manipular los medios jurídicos con fines políticos.

Lo hacen a sabiendas que cuentan entre los miembros de la judicatura con muchos afines a su ideología.

Ahora, lo llevan a cabo cuando la voluntad popular nos les ha dado los votos suficientes para formar gobierno y después de fracasar en su intento de impedir por todos los medios la formación del gobierno del PSOE con Podemos.

Un gobierno que tacharon de” ilegitimo o de inconstitucional” y con ello se justifican que el todo vale para atacarlo.

Tratan así de conseguir ventaja política con la intervención de los tribunales e incluso si pueden  acceder indebidamente al poder público.

De esta práctica de la guerra judicial tenemos unos ejemplos recientes en Brasil donde se desplazo del poder a Dilma Rousseff o se impidió ser candidato a Lula Da Silva.

 



Estas formaciones políticas hacen un uso abusivo del derecho con  la promoción de demandas con acusaciones sin materialidad que sirven para debilitar al oponente político e influir en la opinión pública con la complicidad de determinados medios de comunicaciones.

Estas maniobras judiciales tienen como objetivo acabar con el gobierno de coalición.

Las acusaciones contra Podemos de financiación ilegal de manejar una caja B tienen este fin.

Y si no lo consiguen, con "el acusa que algo queda"pretenden dañar a Podemos ante la opinión pública restándole credibilidad y sembrar la duda entre su seguidores.

Esta forma de hacer política pone en cuestión la calidad de nuestro estado de derecho y sistema democrático.