viernes, 18 de febrero de 2011

BAJAR SALARIOS NO ES LA SOLUCIÓN.

En la agenda de la nueva ofensiva neoliberal le ha tocado el turno el ajuste salarial.
Piden, la supresión de la cláusula de revisión de los mismos con referencia al IPC, afirmando que ayudara a las empresas para superar la crisis y hacerlas más competitivas.
Es necesario recordar que durante el largo periodo 1996-2008 ya se aplico una contención en el aumento de las retribuciones de la mayoría de los trabajadores haciendo que la renta salarial que representaba un 56,4% del PIB en 1996 bajo hasta situarse en el 46,4% en 2006.
Esta contención del gasto en personal, provoco el aumento del excedente empresarial que se utilizó muy poco en la modernización de la estructura productiva y no consiguió que la competitividad de la economía española se igualara a la de la media de Unión Europea.
Según un informe del IESE sobre la evolución del salario en 14 países europeos entre 2003 y 2008, el salario medio español es la mitad que el inglés, el holandés o el alemán, y un 20% inferior a la media de la UE.
El excedente, que las empresas generan con estos ajustes a la baja de los salarios, se destina principalmente a pagar deudas financieras y reestructurar plantillas (prejubilaciones y despidos) y casi nada utilizado en inversiones productivas e innovadoras.
Basar la competitividad de las empresas en salarios bajos es pan para hoy y hambre para mañana.
Debilitamos más la estructura productiva de nuestras empresas preparando, así una vuelta a empezar, con unas nuevas dosis de despidos y de bajar salarios.
El problema del modelo económico español no es de altos costes laborales.

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