viernes, 6 de abril de 2018

LA POLÍTICA DE ESCAPARATE DEL GOBIERNO DE LA EMD DE VALLDOREIX.




El pasado mes de marzo con la vuelta de las lluvias de nuevo se han producido acumulaciones de agua en muchas de las calles de Valldoreix.
Ello está causado por la inexistencia o la insuficiencia de los sistemas de desagüe de las vías públicas de la entidad menor.
La consecuencia es que se dificulta o incluso se hace peligroso los desplazamientos que realizan las personas a pie o en vehículos.
Una de las calles en las que se acumula el agua de la lluvia es la cercana a la estación de de ferrocarriles de Valldoreix.





Una vía por la que diariamente transitan miles de personas.
Los que aparcamos el coche en el parking para luego coger el tren tenemos que intentar sortear un inmenso charco por lo que muy probablemente vamos acabar con los pies copiosamente mojados y corremos el riesgo de caernos.
La presencia de esta balsa de agua en la calzada hace muy difícil y peligroso la conducción de vehículos de dos ruedas.
Cuesta entender que el gobierno de la EMD o el de la administración a la que le correspondiera resolver esta deficiencia no hayan hecho nada para evitar esta acumulación de aguas de lluvia en este espacio tan transitado por la ciudadanía.
A esta carencia o insuficiencia de alcantarillado debe de añadirse que en general las vías de la EMD presentan un firme deteriorado con frecuentes baches.
¿Cómo se justifica haber invertido en hacer obras nuevas cuando se han dejado de hacer obras que son necesarias para asegurar un buen mantenimiento de las vías públicas y con ello garantizar su calidad y seguridad para la circulación de vehículos y peatones?
La razón es que una obra nueva es más vistosa que la que se realiza para un mantenimiento y si se acompaña de un proceso de publicidad se podrá capitalizar políticamente a efectos de una reelección.
Esto se llama hacer política de escaparate.




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