miércoles, 13 de febrero de 2013

LA NISSAN, COMO PARADIGMA DE LA AGUDIZACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA.


Ilustración Alfons López Público




La multinacional  Nissan confirmó, hace pocos días, que la planta de la Zona Franca de Barcelona fabricaría a partir de julio de 2014 un nuevo turismo de la marca.

El responsable de Operaciones Industriales de Nissan en España, Frank Torres, aseguró que esta decisión permitirá “evitar” nuevos expedientes de regulación de empleo en 2013 y 2014,  atraerá una inversión de 130 millones de euros y permitirá crear 1.000 empleos directos y 3.000 indirectos.

La dirección de la empresa tomó esta decisión después de una larga negociación en la que parte sindical ha aceptado una rebaja salarial del 20% para los nuevos empleados, aunque el acuerdo blinda a la actual plantilla, por antigüedad, en caso de futuros despidos.

La doble escala salarial rompe el principio de "a igual trabajo igual salario".
Los futuros trabajadores de la Nissan serán objeto de discrimacion por razón de ser nuevo empleado de la empresa su salario será más bajo y se vulnera uno de los principios fundamentales del derecho del trabajo.

El principio de igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor consagrado en la Constitución de la OIT de 1919  fue consolidado por el Convenio sobre igualdad de remuneración, 1951 (núm. 100).

Este convenio establecía como garantía innovadora la de «igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor», y no sólo por un trabajo «igual» o «similar».

España, como muchos países, ha ratificado este convenio.

La aplicación de una doble escala salarial no es una novedad en la empresa Nissan.

Una práctica que, según las doctrina del Tribunal Constitucional y Supremo, puede ser legal en función de su justificación.

Estos tribunales han dejado muy claro que no cabe justificar la diferencia de retribución de un empleado respecto a otro por el hecho de haber ingresado en la empresa en una fecha distinta.

La creación de empleo es una de las razones que pueden justificar la inclusión de una doble escala que regule las condiciones económicas.

Este es precisamente uno de los argumentos mencionados por las partes. Empresa y sindicatos, para justificar esta medida.

Una práctica que a pesar de ser aceptada por los tribunales no deja de ser injusta, discriminatoria, regresiva para la dignidad de los trabajadores.

Este trato desigual repercute de forma negativa en  la motivación de los trabajadores y trabajadoras  en su compromiso con la mejora de sus competencias y  productividad.

La amenaza de quedarse sin trabajo esta coaccionando y desequilibrando las relaciones laborales  a favor de  los empresarios, socavando de este modo  la justicia en el lugar de trabajo.

Los representantes de los trabajadores en una posición de extrema debilidad se ven forzados a aceptar la desigualdad salarial.

El capital  y sus representantes, con la complicidad del gobierno y sus reformas legislativas, agudizan la explotación de la clase trabajadora.


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